El Barça lo superó todo en la final de la Copa del Rey de Granada, ganó al Real Madrid por 59-64 y conquistó el título por segundo año consecutivo y por cuarta ocasión en los cinco últimos años. Su rival, como en todas esas ocasiones fue el Madrid, que esta vez empezó muy fuerte en defensa y llegó a contar con 16 puntos de ventaja, pero no pudo después contra la grandísima reacción del Barça. El equipo azulgrana, siempre de la mano de Nikola Mirotic, remontó y demostró su superioridad en un final muy apretado que dominó con maestría y extraordinarias acciones de su gran estrella y también del joven base lituano Rokas Jokubaitis. 

El Barça confirmó la superioridad que ha venido demostrando en las últimas ediciones del clásico y completó una segunda parte extraordinaria en que se rehízo de las dificultades que sufrió sobre todo durante los 12 primeros minutos. Mirotic volvió a demostrar su enorme talento y se impuso a las defensas que le aplicó el Madrid, en especial los marcajes individuales a los que fue sometido por Yabusele y Deck. El ala-pívot montenegrino fue elegido el MVP de la final tras sumar 19 puntos, cinco rebotes, dos recuperaciones, un tapón y seis faltas recibidas.

La remontada del Barça se consumó en el último cuarto. El equipo de Jasikevicius demostró su capacidad para sufrir cuando el Madrid le puso en una complicada situación durante muchísimos minutos, y también para reaccionar y hacer valer su calidad  tanto individual como colectiva. Un triple del exazulgrana Hanga volvió a dar ventaja al Madrid cuando faltaban seis minutos para el final. En ese momento fueron cruciales tres acciones ofensivas de Jokubaitis. Primero anotó un triple. Pablo Laso, el entrenador del Madrid, perdió los nervios y fue castigado por protestar un tapón de Sanli a Deck. Otro exazulgrana, Heurtel, empató a 51. Pero Jokubaitis de nuevo superó la defensa del Madrid con dos jugadas de dos más uno que dieron la mayor ventaja del partido al Barça (53-59) en un momento trascendental. Faltaban dos minutos y veinte segundos. Anotó Heurtel, falló Mirotic, y volvió a anotar Lull, primero desde la línea de tiros libres y después en una penetración con la que empató el partido a 59 puntos. Quedaban 44 segundos. Mirotic ejerció el papel de líder y la defensa del Madrid, a falta de 33 segundos para el final, no tuvo más remedio que frenarle a base de faltas. Mirotic anotó cuatro tiros libres y entre medias Deck falló una bandeja.

Davies redondeó el resultado que casi nadie vaticinaba después de los primeros 12 minutos. En ellos, el Madrid redujo a la nada al ataque del Barça. Después de haber sumado más de cien puntos en cada uno de los dos partidos anteriores, el equipo azulgrana se vio reducido casi a la nada durante esa fase. La intensidad defensiva del Madrid propició los errores del Barça que solo anotó una canasta y tres tiros libres durante todo el primer cuarto. En el otro lado de la cancha, Abalde explotó su ventaja física sobre Laprovittola, que fue quien se encargó de su marcaje, mientras que Calathes se emparejó con Taylor. Poirier, que compareció en el quinteto titular, también hizo daño en el interior de la zona azulgrana. Cuando Tavares relevó al pívot francés, la inercia del juego era absolutamente favorable al Madrid. Un triple de Thompkins abrió la máxima ventaja (19-3), que se repitió pocos minutos después, ya en el segundo cuarto (23-7), cuando ya habían entrado en acción casi todos los jugadores. El Barça mejoró en defensa y redujo ligeramente su desventaja, pero apenas dio señales de vida en ataque, con guarismos muy bajos o nulos. El 29% de acierto en tiros de campo del Barça cuando llegó el descanso (29-18) revelaba su mal partido en ataque, con más pérdidas y menos rebotes que su rival. El Madrid tampoco estuvo muy acertado en los triples (2 de 9 al descanso) pero fue mucho más eficaz en los tiros cercanos al aro. 

La reacción del Barça en el tercer cuarto fue fulminante. Desde el primer 

balón que movió el Madrid pudo observarse el cambio de decorado. Laprovittola lo robó y poco después anotó su primera canasta, Mirotic se dejó helado a Yabusele y anotó dos triples y ocho puntos casi consecutivos. Tavares sumó su tercera falta personal, propiciada por Sanli, cada vez más afianzado en su defensa en el interior de la zona. La diferencia se fue reduciendo hasta llegar a ser de solo tres puntos, 44-41, tras un triple de Jokubaitis y un tiro libre anotado por Sanli. El Madrid tomó un ligero respiro antes de llegar al final del tercer cuarto, pero el Barça volvió a ser mucho más efectivo en el inicio del último asalto. Una canasta de Sanli y un triple de Laprovittola igualó el marcador a 46. Calathes culminó la remontada con una penetración que puso el 46-48 en el marcador. Era el primer indicio del desenlace que fraguó la extraordinaria actuación del Barça, con Jokubaitis y Mirotic como principales protagonistas y con un papel también brillante de Sanli, Davies y Laprovittola.