Kevin Pangos y Xavi Pascual regresaron al Palau Blaugrana y el Zenit de San Petersburgo dio un golpe de mano en la Euroliga. El equipo del momento, capaz de clasificarse contra pronóstico para los cuartos de final, tumbó al Barça en el primer duelo de la eliminatoria (74-76). El Zenit combinó su exhibición ofensiva del primer tiempo con su consistencia para resistir la respuesta del Barça en el segundo. Pangos y Rivers demostraron su calidad, su personalidad y su acierto, sobre todo en los instantes más trascendentes.

La victoria del Zenit da una nueva perspectiva a la eliminatoria. El Barça está ahora más exigido, ya no puede fallar, ni en el Palau ni en los partidos que se disputarán en el Yubileyny Sports de San Petersburgo, donde  hace algunas semanas se permite la presencia de público en las gradas.

Pangos, el base canadiense de 28 años que el pasado verano firmó por el Zenit tras dos temporadas en el Barça, atraviesa por un momento de juego  pletórico. Lo demostró en el Palau donde, a pesar de que el Barça salió con la consigna primordial de frenarle, dirigió con maestría a su equipo y sumó cuatro triples, 19 puntos, nueve asistencias y fue objeto de siete faltas. Su ritmo de juego marcó el desarrollo y el desenlace del partido. Ni Calathes ni Hanga ni la defensa da ayudas consiguieron mitigar su predominio. El Zenit marcó el ritmo desde el principio (12-18) con ocho puntos suyos, lo mantuvo en el segundo cuarto cuando Poythress y los triples de Baron y Hollins volvieron a abrir la brecha (29-46) que el Barça había neutralizado al final del primer cuarto (empate a 21).

Saras Jasikevicius se decidió por una fórmula poco ortodoxa y encargó el marcaje de Pangos a Claver. El ala ala-pívot valenciano consiguió frenar por momentos al base canadiense. El Barça defendió mucho mejor, Brandon Davies empezó a dañar la defensa en el juego interior del Zenit y el Barça limó la diferencia con rapidez (51-53). Pero las canastas de Rivers volvieron a estirar la diferencia (54-61).

Hasta entonces al Barça le había costado muchísimo anotar desde el interior de la zona, con una efectividad muy pobre, del 28% en tiros de dos durante el primer tiempo. Y el Zenit había movido y protegido mucho mejor el balón, cometiendo pocas pérdidas y robando ocho balones. El Barça solo recuperó uno en todo el partido, en contraste con los 11 que perdió. Aun así, el equipo azulgrana, con un Davies muy enérgico en ataque, autor de 18 puntos y 9 rebotes, logró incluso remontar y ponerse por delante (72-71) cuando faltaba un minuto.

En ese momento salió a relucir la personalidad y el acierto de Rivers, el escolta estadounidense de 34 años que jugó en dos etapas diferentes en el Real Madrid, también en el Panathinaikos y en el Zalgiris durante el último año de Jasikevicius en Kaunas. Rivers anotó su segundo triple para dar ventaja de nuevo al Zenit (72-74) a falta de 46 segundos. Un rebote ofensivo de Davies le permitió igualar a 74. Quedaban 32 segundos.

Pangos monopolizó el balón en la siguiente acción ofensiva del Zenit. Los cambios de asignación del Barça en defensa acabaron emparejando a Davies con Pangos, que en última instancia fintó, penetró y anotó para poner el 74-76 en el marcador. Al Barça le quedaban diez segundos para intentar aprovechar su último cartucho. El balón acabó en manos de Higgins que falló un triple y ahí ya se acabó el partido porque el Barça tuvo que cometer falta de inmediato sobre Black. El pívot estadounidense falló los dos tiros libres, el segundo de manera intencionada porque ya solo quedaba un segundo y al Barça ya no le daba tiempo a nada más.

El Zenit de Pangos y Pascual, el equipo revelación después de haber concluido en el último puesto la pasada edición cuando se suspendió la competición a causa de la pandemia, con su triunfo en el Palau le complica la vida de manera extraordinaria al Barça.