CRÓNICA
Lección magistral del Barça en Milán
Saras Jasikevicius podía levantar el brazo en señal de victoria a cada uno de sus jugadores a medida que los relevaba durante el último cuarto. La demostración de fuerza del Barça fue tan contundente en Milán (56-72) que no dejó el menor resquicio de duda, ni siquiera permitió que el equipo italiano maquillara el marcador.
El equipo azulgrana abatió en el Mediolanum a uno de los conjuntos llamados a codearse con los máximos aspirantes esta temporada a la corona europea. El Barça reforzó su liderato con una actuación intimidatoria. El Milan, que promediaba casi 82 puntos, se quedó en 56 y sin respuesta ante el equipo de Jasikevicius. El cuadro milanista solo había anotado dos veces menos de 70 puntos en sus 29 partidos anteriores, 69 en su victoria en Kaunas y también 69 en su derrota ante el Villeurbanne.
El Barça utilizó una defensa individual muy activa, con muchos cambios en los marcajes individuales de manera que, por ejemplo, Mirotic se encargó de frenar la acometida de Sergio Rodríguez. Y con buen resultado. El aro se nubló para los jugadores de Messina. Sus mejores anotadores se quedaron sin ritmo ni acierto. Naufragaron en los triples, con un 2 de 15. El Barça dominó también el rebote. Y Calathes llevó las riendas del juego como le gusta, dando las vueltas necesarias para encontrar la vía por la que ofrecer las asistencias que se convertían en canastas fáciles para Oriola, Davies o Mirotic.
El Barça impuso su ley desde el inicio y cuando la irrupción del base canario Sergio Rodríguez y el alero estadounidense Shavon Shields dio aire al Milán (23-19), Mirotic apretó el acelerador en ataque. La garra de Hanga y la notable aportación de Claver, tan sólido en defensa como resolutivo en ataque, impulsaron a su equipo que tomó de nuevo la delantera y dominó hasta el final.
Una de las características de este Barça de Jasikevicius es su equilibrio, su capacidad para no depender de jugadores concretos. Así se entiende que arrollara en una cancha tan difícil como el Mediolanum a pesar de que Calathes y Bolmaro no anotaron, de que Kuric se quedó en dos puntos o de que Mirotic, siendo una vez más su mejor arma ofensiva, sumó 15 puntos, una cifra discreta para él, que promedia más de 21. Pero el equipo lo compensó con esa defensa tan indescifrable para su rival, y con las aportaciones de muchos jugadores: 11 asistencias y una sola pérdida de Calathes, 6 puntos y 7 rebotes de Oriola, 7 puntos y 3 rebotes de Claver y así se puede añadir a Smits, Abrines y Higgins, con 6 puntos cada uno, y a Davies, con 8. Jasikevicius ha conseguido que cuando alguno no tiene su mejor día, no falte quien acuda al rescate.
El Milán, en cambio, no logró que sus cañoneros cogieran ritmo. Panther, Shields, Leday, Sergio Rodríguez y Roll se las vieron y se las desearon. El cuadro italiano echó de menos al exazulgrana Malcom Delaney, leionado. Un mal síntoma para el equipo que dirige Ettore Messina, que, de tratarse de un combate de boxeo, hubiera lanzado la toalla si hubiera podido mucho antes de acabar el partido. En el descanso ya dominaba ampliamente el Barça y el último cuarto fue un paseo triunfal, con una ventaja abismal, 46-68, cuando faltaban cinco minutos. Fue otra demostración de la solidez de su liderato europeo.
56 - 72
Parciales
12-15, 17-23, 15-17 y 12-17.
Milan
Roll (0), Punter (7), Micov (6), Leday (8), Hines (4) –equipo inicial-; Moraschini (8), Sergio Rodríguez (0), Shields (10), Brooks (2), Evans (9) y Datome (2).
Barça
Calathes (0), Higgins (6), Abrines (6), Mirotic (15), Oriola (6) –equipo inicial-; Davies (8), Westermann (5), Hanga (11), Bolmaro (0), Smits (6), Kuric (2) y Claver (7).
Árbitros
Saras Jasikevicius podía levantar el brazo en señal de victoria a cada uno de sus jugadores a medida que los relevaba durante el último cuarto. La demostración de fuerza del Barça fue tan contundente en Milán (56-72) que no dejó el menor resquicio de duda, ni siquiera permitió que el equipo italiano maquillara el marcador.
El equipo azulgrana abatió en el Mediolanum a uno de los conjuntos llamados a codearse con los máximos aspirantes esta temporada a la corona europea. El Barça reforzó su liderato con una actuación intimidatoria. El Milan, que promediaba casi 82 puntos, se quedó en 56 y sin respuesta ante el equipo de Jasikevicius. El cuadro milanista solo había anotado dos veces menos de 70 puntos en sus 29 partidos anteriores, 69 en su victoria en Kaunas y también 69 en su derrota ante el Villeurbanne.
El Barça utilizó una defensa individual muy activa, con muchos cambios en los marcajes individuales de manera que, por ejemplo, Mirotic se encargó de frenar la acometida de Sergio Rodríguez. Y con buen resultado. El aro se nubló para los jugadores de Messina. Sus mejores anotadores se quedaron sin ritmo ni acierto. Naufragaron en los triples, con un 2 de 15. El Barça dominó también el rebote. Y Calathes llevó las riendas del juego como le gusta, dando las vueltas necesarias para encontrar la vía por la que ofrecer las asistencias que se convertían en canastas fáciles para Oriola, Davies o Mirotic.
El Barça impuso su ley desde el inicio y cuando la irrupción del base canario Sergio Rodríguez y el alero estadounidense Shavon Shields dio aire al Milán (23-19), Mirotic apretó el acelerador en ataque. La garra de Hanga y la notable aportación de Claver, tan sólido en defensa como resolutivo en ataque, impulsaron a su equipo que tomó de nuevo la delantera y dominó hasta el final.
Una de las características de este Barça de Jasikevicius es su equilibrio, su capacidad para no depender de jugadores concretos. Así se entiende que arrollara en una cancha tan difícil como el Mediolanum a pesar de que Calathes y Bolmaro no anotaron, de que Kuric se quedó en dos puntos o de que Mirotic, siendo una vez más su mejor arma ofensiva, sumó 15 puntos, una cifra discreta para él, que promedia más de 21. Pero el equipo lo compensó con esa defensa tan indescifrable para su rival, y con las aportaciones de muchos jugadores: 11 asistencias y una sola pérdida de Calathes, 6 puntos y 7 rebotes de Oriola, 7 puntos y 3 rebotes de Claver y así se puede añadir a Smits, Abrines y Higgins, con 6 puntos cada uno, y a Davies, con 8. Jasikevicius ha conseguido que cuando alguno no tiene su mejor día, no falte quien acuda al rescate.
El Milán, en cambio, no logró que sus cañoneros cogieran ritmo. Panther, Shields, Leday, Sergio Rodríguez y Roll se las vieron y se las desearon. El cuadro italiano echó de menos al exazulgrana Malcom Delaney, leionado. Un mal síntoma para el equipo que dirige Ettore Messina, que, de tratarse de un combate de boxeo, hubiera lanzado la toalla si hubiera podido mucho antes de acabar el partido. En el descanso ya dominaba ampliamente el Barça y el último cuarto fue un paseo triunfal, con una ventaja abismal, 46-68, cuando faltaban cinco minutos. Fue otra demostración de la solidez de su liderato europeo.
