CRÓNICA
El Barça alarga la fiesta de la Copa con otra exhibición ante el Zalgiris
Los prolegómenos del partido de la Euroliga ante el Zalgiris Kaunas marcaron la mejor manera de celebrar el título de Copa para los jugadores del Barça. Completaron otra excelente actuación, en la línea de la reciente final copera ante el Real Madrid, y dejaron al equipo lituano sin ninguna opción. Les fue imposible resistir la avalancha de juego azulgrana, que se tradujo en el 86-62 final. Fue la séptima victoria del Barça en sus ocho últimos partidos en la Euroliga.
La fidelidad y pasión de los aficionados barcelonistas que antes del partido se acercaron a los aledaños del Palau Blaugrana para agasajar a los campeones de Copa, aunque fuera separados por unas vallas y a la distancia que exigen las medidas sanitarias debidas a la pandemia, no podían obtener mejor correspondencia que el excelente partido del equipo dirigido por Saras Jasikevicius.
Higgins y Oriola llevaron la voz cantante y el Barça mostró la intensidad y continuidad en el juego en que tanto insiste Jasikevicius. Todos y cada uno de los jugadores aportaron acciones interesantes y productivas. Higgins fue quien empezó a marcar la diferencia con otra muestra de su capacidad para leer las defensas rivales, desbordar en el uno contra uno, anotar desde fuera o penetrando a canasta y también dar algunas asistencias magistrales, como la que regaló a Davies. Los 19 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias del jugador californiano en solo 20 minutos le hicieron muchísimo daño a la defensa del Zalgiris. El equipo lituano, con un ritmo de juego muy alto y gracias al talento de varios de algunos de sus jugadores, resistió durante el primer cuarto.
Pero a partir de ahí, la defensa del Barça causó estragos en su rival. El resultado fue devastador para el equipo que dirige el austriaco Martin Schiller, que se desgañitó durante un tiempo muerto en el que ya intuía lo mucho que podían sufrir ante un rival con el nivel que demostró el Barça. Ningún jugador del Zalgiris llegó a los 10 puntos, un dato que revela el control defensivo que ejerció el Barça. La ventaja azulgrana creció de forma imparable, 11 puntos ya antes del descanso (41-30), enseguida 16 (53-37), después de que Mirotic aniquilara con un triple la zona defensiva a la que recurrió el Zalguiris, que desistió de inmediato.
En la segunda parte, Oriola tomó el relevo de Higgins en la anotación. El capitán azulgrana fue una pesadilla para los pívots del Zalgiris. Sumó 19 puntos y 7 rebotes. Bolmaro jugó 20 minutos, quizás más de lo previsto debido a la ausencia de Westermann, lesionado. El base-escolta argentino lo aprovechó para demostrar su versatilidad y capacidad para aportar en todas las facetas: 8 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias. También Davies fue muy efectivo, con 12 puntos en apenas 12 minutos.
El Zalgiris, que empezó dominando el rebote, en especial el ofensivo, vio pronto neutralizadas sus mejores armas. El alero lituano Milaknis desde fuera y el pívot francés Lauvergne habían encontrado situaciones para superar la defensa azulgrana durante los primeros minutos del partido. Una vez cerradas esas vías, y frenados Marius Grigonis y Nigel Hayes, habitualmente los referentes ofensivos del equipo lituano, el Barça impuso una velocidad de crucero y dejó resuelto el asunto ya en el tercer cuarto (71-46). Alcanzó una diferencia máxima de 28 puntos (75-47). Fue uno de los partidos más completos y espectaculares del Barça esta temporada en el Palau, en la línea de la demostración con la que superó al Real Madrid en la final de la Copa Rey.
Mira las fotos del partido AQUÍ.
86 - 62
Parciales
24-24, 24-13, 23-10 y 15-15.
Barça
Calathes (4), Higgins (19), Abrines (3), Mirotic (10), Oriola (19) –equipo inicial-; Davies (12), Hanga (2), Bolmaro (8), Smits (4), Pustovyi (2), Sergi Martínez (0) y Kuric (3).
Zalgiris
Walkup (3), Grigonis (8), Hayes (9), Milaknis (8), Lauvergne (8) –equipo inicial-; Jankunas (3), Lukosiunas (2), Geben (6), Rubit (6), Jokubaitis (6) y Vasturia (3).
Árbitros
Los prolegómenos del partido de la Euroliga ante el Zalgiris Kaunas marcaron la mejor manera de celebrar el título de Copa para los jugadores del Barça. Completaron otra excelente actuación, en la línea de la reciente final copera ante el Real Madrid, y dejaron al equipo lituano sin ninguna opción. Les fue imposible resistir la avalancha de juego azulgrana, que se tradujo en el 86-62 final. Fue la séptima victoria del Barça en sus ocho últimos partidos en la Euroliga.
La fidelidad y pasión de los aficionados barcelonistas que antes del partido se acercaron a los aledaños del Palau Blaugrana para agasajar a los campeones de Copa, aunque fuera separados por unas vallas y a la distancia que exigen las medidas sanitarias debidas a la pandemia, no podían obtener mejor correspondencia que el excelente partido del equipo dirigido por Saras Jasikevicius.
Higgins y Oriola llevaron la voz cantante y el Barça mostró la intensidad y continuidad en el juego en que tanto insiste Jasikevicius. Todos y cada uno de los jugadores aportaron acciones interesantes y productivas. Higgins fue quien empezó a marcar la diferencia con otra muestra de su capacidad para leer las defensas rivales, desbordar en el uno contra uno, anotar desde fuera o penetrando a canasta y también dar algunas asistencias magistrales, como la que regaló a Davies. Los 19 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias del jugador californiano en solo 20 minutos le hicieron muchísimo daño a la defensa del Zalgiris. El equipo lituano, con un ritmo de juego muy alto y gracias al talento de varios de algunos de sus jugadores, resistió durante el primer cuarto.
Pero a partir de ahí, la defensa del Barça causó estragos en su rival. El resultado fue devastador para el equipo que dirige el austriaco Martin Schiller, que se desgañitó durante un tiempo muerto en el que ya intuía lo mucho que podían sufrir ante un rival con el nivel que demostró el Barça. Ningún jugador del Zalgiris llegó a los 10 puntos, un dato que revela el control defensivo que ejerció el Barça. La ventaja azulgrana creció de forma imparable, 11 puntos ya antes del descanso (41-30), enseguida 16 (53-37), después de que Mirotic aniquilara con un triple la zona defensiva a la que recurrió el Zalguiris, que desistió de inmediato.
En la segunda parte, Oriola tomó el relevo de Higgins en la anotación. El capitán azulgrana fue una pesadilla para los pívots del Zalgiris. Sumó 19 puntos y 7 rebotes. Bolmaro jugó 20 minutos, quizás más de lo previsto debido a la ausencia de Westermann, lesionado. El base-escolta argentino lo aprovechó para demostrar su versatilidad y capacidad para aportar en todas las facetas: 8 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias. También Davies fue muy efectivo, con 12 puntos en apenas 12 minutos.
El Zalgiris, que empezó dominando el rebote, en especial el ofensivo, vio pronto neutralizadas sus mejores armas. El alero lituano Milaknis desde fuera y el pívot francés Lauvergne habían encontrado situaciones para superar la defensa azulgrana durante los primeros minutos del partido. Una vez cerradas esas vías, y frenados Marius Grigonis y Nigel Hayes, habitualmente los referentes ofensivos del equipo lituano, el Barça impuso una velocidad de crucero y dejó resuelto el asunto ya en el tercer cuarto (71-46). Alcanzó una diferencia máxima de 28 puntos (75-47). Fue uno de los partidos más completos y espectaculares del Barça esta temporada en el Palau, en la línea de la demostración con la que superó al Real Madrid en la final de la Copa Rey.
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