El equipo azulgrana sufre su primera derrota (85-68) sobrepasado por un Maccabi pletórico

El Barcelona se apagó en la cancha del Maccabi, donde perdió su imbatibilidad con una dura derrota por 85-68. El equipo azulgrana, dos días después de haber vencido en el último segundo en Estambul al Fenerbahçe, no resistió en Tel Aviv el vendaval de un equipo que rindió a un nivel extraordinario. La escuadra que dirige Saras Jasikevicius pagó con una abultada derrota su mala puesta en escena y un primer tiempo en el que fue desbordada. Su reacción en el tercer cuarto fue meritoria pero insuficiente. El Maccabi, liderado por Scottie Wilbekin y James Nunnally, y un juego colectivo muy compacto dominó y administró con solvencia su enorme ventaja. Sus pívots, el croata Ante Zizic y el estadounidense Jalen Reynolds, contribuyeron de forma notable. Y Derrick Williams, el ala-pívot que fue segundo en el draft de 2011, que fue de más a menos en varios equipos de la NBA y la temporada pasada en el Valencia, sentó las bases de la superioridad del Maccabi.

El Barcelona sufrió mucho ante un rival que llegó a dominar por 22 puntos (54-32) y demostró una superioridad apabullante, con la excepción del tercer cuarto (9-18). Mirotic, con 17 puntos y 6 rebotes, y Higgins, con 20 puntos, fueron los únicos que destacaron. No fue suficiente para que el Barcelona llegase al final con alguna opción. El equipo azulgrana estuvo desacertado en defensa y su ataque adoleció de la sincronía y la efectividad necesarias para doblegar a un rival que demostró un extraordinario nivel.

El Maccabi sumó su cuarta victoria consecutiva. Ha ido de menos a más en esta Euroliga. Jugó con rapidez y leyó con mucho acierto la defensa del Barcelona. Sus jugadores exteriores, los estadounidenses Wilbekin, Evans y Taylor, detectaron los espacios y consiguieron excelentes para el lanzamiento o las asistencias. Las 18 pérdidas de balón que acumuló fueron un lastre para el Barcelona, que además solo robó 4 balones. En cambio, el equipo que dirige el griego Ioannis Sfairopoulos recuperó nueve balones, uno más de los que perdió. La vulnerabilidad de la defensa del Barcelona fue muy evidente durante el primer tiempo.

El equipo azulgrana se corrigió tras el descanso. Jasikevicius prescindió de Sanli, demasiado estático y contemplativo, Calathes se soltó un poco en su constante brega con Wilbekin y Evans. El Barcelona, liderado en ataque por Mirotic y Higgins, llegó a  situarse a 11 puntos (65-54). Pero Nunnally volvió a la carga en el último cuarto y el Maccabi recuperó una ventaja que rondó los 20 puntos y dejó el partido sentenciado mucho antes del final. La efectividad del  cuadro israelí se tradujo en un 8 de 19 en triples (42%) y un 25 de 45 en tiros de dos (56%). Nunnally, con 17 puntos; Wilbekin, con 16; Derrick Williams, con 12; y Zizic y Jalen Reynolds, con 10 cada uno, fueron los principales verdugos del Barcelona que, tras su derrota en la Supercopa, había ganado los 13 partidos que había disputado esta temporada, seis en la Euroliga y siete en la Liga ACB, y llevaba 47 días invicto.