CRÓNICA
Higgins y el Barça maravillan en Moscú
El Barça de Saras Jasikevicius brindó una de las mejores muestras de lo lejos que puede llegar esta temporada con un rotundo triunfo en la exigente cancha del CSKA de Moscú. El equipo ruso es el líder de la Euroliga y su vigente campeón, ya que ganó en la Final Four de Vitoria en 2019 y la pasada temporada se suspendió la competición a causa de la pandemia. La brillantez colectiva del Barça se combinó con actuaciones individuales sobresalientes como las de Higgins y Abrines. El escolta californiano y el alero mallorquín lideraron a su equipo con personalidad y acierto.
Las ausencias de Mirotic, Davies y Claver, hizo especialmente necesario que emergieran protagonistas estelares en Moscú. Los primeros compases del partido no hicieron sino ratificar la fortaleza del equipo ruso. Dimitris Itoudis, su entrenador griego, propuso una primera fase del juego basada en la presumible superioridad de su juego interior. El pívot serbio Milutinovic, de 2,13 metros, y el ala-pívot georgiano Shengelia, cumplieron a la perfección con esa estrategia e impulsaron una renta de 12 puntos para su equipo tras los 16 primeros minutos (38-26).
La reacción del Barça fue fulminante. Mejoró en el rebote, redujo el número de pérdidas de balón, apretó las tuercas en defensa y le dio la vuelta al marcador con un parcial de 3-16 antes del descanso (41-42). Después, no dio el más mínimo respiro al CSKA. De la mano de Higgins, autor de 25 puntos y 6 rebotes, y Abrines, tan férreo en defensa como demoledor en ataque, con cinco triples y 19 puntos, el Barça dominó el juego. Puso la directa (62-75) y no bajó el pistón en ningún momento. Su efectividad en los triples, con 12 aciertos en 27 lanzamientos (44%) contrastó con la de su rival, con 4 de 21 (19%).
El CSKA capturó 18 rebotes en ataque. Gracias a ello evitó que su derrota fuera más abultada. Pero fue a remolque y no se encontró cómodo en la cancha. Su líder Mike James, pese a que acabó con 18 puntos, no marcó la diferencia y solo anotó uno de los seis triples que lanzó. Cuando el Barça ajustó su defensa en el interior de la zona, el CSKA se apagó. Sergi Martínez, que se llevó unos puntos de sutura tras recibir un golpe en la frente, y Hanga defendieron con acierto y anotaron en los pocos momentos en que el CSKA se acercó en el marcador, durante el inicio del tercer cuarto (49-53). Calathes destacó en todo. Dirigió el juego y sumó 13 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.
Higgins siempre estuvo un peldaño por encima de los aleros rusos y resumió su valentía y su calidad en una acción en que forzó un dos más uno entre el duro alero letón Strelnieks y el gigante Milutinov. El equipo ruso, además, acusó las bajas de Hackett y Clyburn. La victoria del Barça fue concluyente, de las que dejan huella.
Mira las fotos del partido AQUÍ.
75 - 88
Parciales
25-20, 16-22, 15-22 y 19-24.
CSKA
Mike James (13), Hilliard (10), Kurbanov (4), Shengelia (8), Milutinov (13) –equipo inicial-; Bolomboy (7), Khomenko (0), Antonov (2), Strelnieks (4) y Voigtmann (5).
Barça
Calathes (13), Higgins (25), Abrines (19), Smits (4), Pustovyi (2) –equipo inicial-; Westermann (0), Hanga (7), Badji (0), Bolmaro (3), Oriola (4), Sergi Martínez (6) y Kuric (5).
Árbitros
El Barça de Saras Jasikevicius brindó una de las mejores muestras de lo lejos que puede llegar esta temporada con un rotundo triunfo en la exigente cancha del CSKA de Moscú. El equipo ruso es el líder de la Euroliga y su vigente campeón, ya que ganó en la Final Four de Vitoria en 2019 y la pasada temporada se suspendió la competición a causa de la pandemia. La brillantez colectiva del Barça se combinó con actuaciones individuales sobresalientes como las de Higgins y Abrines. El escolta californiano y el alero mallorquín lideraron a su equipo con personalidad y acierto.
Las ausencias de Mirotic, Davies y Claver, hizo especialmente necesario que emergieran protagonistas estelares en Moscú. Los primeros compases del partido no hicieron sino ratificar la fortaleza del equipo ruso. Dimitris Itoudis, su entrenador griego, propuso una primera fase del juego basada en la presumible superioridad de su juego interior. El pívot serbio Milutinovic, de 2,13 metros, y el ala-pívot georgiano Shengelia, cumplieron a la perfección con esa estrategia e impulsaron una renta de 12 puntos para su equipo tras los 16 primeros minutos (38-26).
La reacción del Barça fue fulminante. Mejoró en el rebote, redujo el número de pérdidas de balón, apretó las tuercas en defensa y le dio la vuelta al marcador con un parcial de 3-16 antes del descanso (41-42). Después, no dio el más mínimo respiro al CSKA. De la mano de Higgins, autor de 25 puntos y 6 rebotes, y Abrines, tan férreo en defensa como demoledor en ataque, con cinco triples y 19 puntos, el Barça dominó el juego. Puso la directa (62-75) y no bajó el pistón en ningún momento. Su efectividad en los triples, con 12 aciertos en 27 lanzamientos (44%) contrastó con la de su rival, con 4 de 21 (19%).
El CSKA capturó 18 rebotes en ataque. Gracias a ello evitó que su derrota fuera más abultada. Pero fue a remolque y no se encontró cómodo en la cancha. Su líder Mike James, pese a que acabó con 18 puntos, no marcó la diferencia y solo anotó uno de los seis triples que lanzó. Cuando el Barça ajustó su defensa en el interior de la zona, el CSKA se apagó. Sergi Martínez, que se llevó unos puntos de sutura tras recibir un golpe en la frente, y Hanga defendieron con acierto y anotaron en los pocos momentos en que el CSKA se acercó en el marcador, durante el inicio del tercer cuarto (49-53). Calathes destacó en todo. Dirigió el juego y sumó 13 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.
Higgins siempre estuvo un peldaño por encima de los aleros rusos y resumió su valentía y su calidad en una acción en que forzó un dos más uno entre el duro alero letón Strelnieks y el gigante Milutinov. El equipo ruso, además, acusó las bajas de Hackett y Clyburn. La victoria del Barça fue concluyente, de las que dejan huella.
Mira las fotos del partido AQUÍ.

